LO DIFÍCIL SE HACE, LO IMPOSIBLE SE INTENTA

Poco dura la alegría en la casa del pobre.

Otra vez, y hace poco de la última, el camión (único vehículo de la exigua flota del Banco de Alimentos), ha sufrido una avería y, como suele ser habitual, en el momento más inoportuno.

Repleto de alimentos imprescindibles, hubo de ser cargado en una grúa después de trasladar el contenido a los vehículos particulares de los voluntarios, pues no había otro modo de salir del paso en esta batalla continua que es el día a día de esta ONG.

Este lunes tenemos que recoger una donación en el Barrio de La Concepción y después hay previsto un desplazamiento a Mula, para lo cual, habremos de alquilar una furgoneta, salvo que alguna empresa o algún particular tenga a bien prestar un vehículo.